La sedación consciente es completamente diferente a la anestesia general ya que el paciente mantiene sus reflejos de protección, y el contacto visual y verbal en todo momento (puede llorar, vomitar, hacer rabietas, etc.)
Durante una visita al dentista los niños, por diversas razones, se vuelven poco colaboradores; es decir, cierran la boca, gritan, lloran, patean, etc. Lamentablemente, la mayoría de estos niños vienen con dolor, altos riesgos de tener caries; así como piezas dentarias negras abiertas y dañadas.
Este procedimiento se recomienda cuando las fases de convencimiento e intento de motivación con el niño no han tenido éxito.
La sedación consciente disminuye el miedo y la percepción del dolor, lo cual facilita el tratamiento dental durante la atención de un niño que presenta miedo, ansiedad, nerviosismo, fobias, etc.
Por ser un procedimiento especial, se requiere la asistencia de un médico para la supervisión de la sedación. Por ello, estas sesiones tienen que ser coordinadas con la debida anticipación.
Ventajas de la sedación consciente:
1. Facilita el logro de los procedimientos dentales.
2. Reduce el factor miedo y dolor en el paciente durante el tratamiento.
3. Previene la ansiedad producida por el ambiente y los procedimientos a realizar.
4. Previene la ansiedad y la fobia al dentista (produce amnesia del momento vivido).
Al terminar el tratamiento o consulta el MÉDICO comprobará que el niño está orientado para luego retirarse a casa con la presencia de un adulto que pueda corroborar la no existencia de complicaciones y quien se encargará del cuidado del paciente por las siguientes 24 horas en constante observación.
Como recomendación final, se recuerda que la sedación consciente sea el último recurso a tomar.
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Los Olivos. Lima - Perú
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